Luna de miel en Japón

Muchas me habéis preguntado por Instagram sobre mi luna de miel en Japón. Así me he liado la manta a la cabeza y he preparado un post muy especial con todas nuestras recomendaciones antes de tu viaje a Japón. 

Lo primero que quiero que sepas es que Japón mola muchísimo. Es un país ordenado, considerado respecto a los demás y del cuál creo que tenemos mucho que aprender. Nosotros pasamos 15 días en el pais nipón. Llegamos al aeropuerto de Tokio un 23 de mayo ( día del beso) tras una breve escala en Dubai.

Antes de tu viaje a Japón importantísimo tener tus JRPass y el Wifi portátil contratado. Los “quehaceres” nada más llegar al aeropuerto son facilísimos y está todo muy bien organizado y señalizado.

Pasamos una primera noche en Tokyo, y al día siguiente marchamos hacia Kyoto. Creo recordar que con el Shinkashen ( tren bala)  son apenas 2,30h. Kyoto es la ciudad más tradicional. Os aconsejo que camineis entre las callejuelas al lado del río para empaparse de sus luces, sus restaurantes y ambiente. Tambien es muy recomendable que “investiguéis”. Sí, os aclaro, en Japón la vida y el ocio se distribuye a lo ancho y largo de la ciudad. Me explico, en las segundas, terceras y hasta octavas plantas ( esto en Tokio) se localizan restaurantes, peluquerías, cafes y hasta karaokes. No tengais miedo de subir escaleras y abrir puertas desconocidas. ¡Os sorprenderá todo lo que podéis llegar a ver!

En Kyoto estuvimos tres dias que aprovechamos para ver Nara famoso por su parque y templo rodeado por ciervos, esta bien pero reconozco que me defraudo un poco, y la parte antigua de Kyoto. Lo más especial, para mi, de esta ciudad fue como preserva la parte mas tradicional de la cultura japonesa. De hecho es uno de los pocas ciudades donde todavía es posible ver, con un poco de suerte, a las escurridizas geishas. Fue en este barrio en donde me vestí con el kimono tradicional y aunque suene una “cosa muy guiri”, no lo es. Yo creo que por eso me animé a hacerlo. Por favor no perdáis la oportunidad de que os vistan con un kimono en Kyoto. Es una pasada!!

Nuestro siguiente destino fue Osaka. La segunda ciudad más grande de Japón. Osaka tiene muchísimo encanto. Es única y especial por sus luminosos, su gran cultura gastronómica y por supuesto por el famoso barrio de Dotombori. En Osaka nos alojamos en el St. Regis, un hotel maravilloso tanto por su situación como por la calidad del servicio y comida. Muy recomendable! En principio en Osaka íbamos a estar solo dos días pero nos gustó tanto que nos quedamos cuatro días al final. Recomendable visitar el mercado de comida para comer en algunos de sus puestos de pescado, hacer cola para comer ramen y por supuesto entrar y jugar en algunas de sus “salas” de videojuegos porque son para flipar. Eso sí los famosos Pachincos me parecieron de lo más bizarro que he visto nunca!!

Despúes de Osaka, estuvimos en Tokio. Esta ciudad es tan grande que por lo menos necesitas cuatro días para que te de tiempo a recorrer los barrios más pintorescos. Sus enormes rascacielos y sus cruces caoticos me parecieron de lo más futurista que he visto. Es un caos ordenado. Eso sí preparate para caminar durante horas con un calzado cómodo y una buena crema con protección solar. Yo me llevé  mi hidratante de Yves Rocher, UV BEAUTY SHIELD, el nuevo tratamiento facial con protección solar 30 o 50 y  que además es un escudo anti-polución. Así me aseguraba de que mi rostro estaba protegido no sólo contra el sol si no tambien contra la polución, que ensucia y puede producir sequedad y manchas entre otras cosas.

Es curioso como convive y se mezcla la tradición y modernidad en sus calles.  Personalmente el que más nos gustó fue el barrio que llaman “el Brooklyn japones”. Se trata de Daikanyama, un barrio situado a unos 20 minutos en metro del centro de la ciudad. Es una barrio tranquilo, lleno de tiendecitas de diseñadores y un centro comercial muy chulo que se llama T-Site y que mola un montón. Está lleno de librerias, tiendas de fotos y cafeterias super ideales. Sin duda uno de mis sitios favoritos en Tokio. Otros barrios que me gustaron fueron Omotensado y Shibuya. Y sobre tiendas, pues os recomedaría Shibuya 109, Amore Vintage, Flamingo, Blue Blue Japan entre otras muchas!! 

Espero que os haya gustado mis recomendaciones sobre Japón!! Un besazo!

Inconquistable

Por si no lo sabías probablemente seas una o un millennials. Sí, como lo oyes. Al parecer somos aquella generación nacida entre 1980 y los 2000. Se dice de nosotros que somos la generación, más exigente, más atrevida. Hemos crecido con el nacimiento de la tecnología moderna y el acceso a la información hace que no nos conformemos fácilmente. Somos de los que nos cuestionamos las cosas y no asumimos las “verdades” como dadas. ¿Te sientes identificad@?

Inconquistables, emprendedores, valientes… Son sólo algunas de los adjetivos que nos definen. Creo que somos tan “inconquistables” que a mi personalmente no me gusta que me pongan etiquetas, ni en mi estilo, en mi profesión, o en mi vida. Soy como soy y me redescubro a mi misma en cada paso. Mejorándome cada día y en cada oportunidad.

“Somos ciudadanos del mundo”. Nuestra generación ha roto las fronteras a base de aviones low cost. ¡Qué maravilloso es viajar! Viajar es aprender, crecer y enriquecerse. Para mi no hay nada que me abra más la mente que conocer otros lugares y dejarte sorprender por la cultura, la gastronomía y la belleza que encierra nuestro planeta. ¡Somos tan afortunados!

Recuerdo todos mis viajes con mucho cariño, incluso aquellos destinos en los que lo he pasado mal. Pero sin duda entre mis favoritos está Nueva York, Bangkok, Maldivas y Megeve. Grandes ciudades y paraísos de sol y nieve. Muy contrapuesto pero así soy yo. Y todo esto porque creo que nuestra generación, la de los millennials nos nos gusta que nos cuenten las cosas, nos gusta vivirlas y crearnos nuestra propia opinión sobre ellas.

Somos muy distintos entre nosotros pero tenemos algo en común, nos preocupa el futuro.Somos exigentes con nosotros mismos, somos luchadores y emprendedores. Y sinceramente me siento muy orgullosa de ello. Por eso me identifico con Mar de Frades. Un vino único, exigente y valiente. Este es el sitio oficial para descubrirlo. Brindo con él por nosotros, los millennials.

L’Heure Bleue

Existe una expresión que tienen los franceses y que me encanta. Se llama L’Heure Bleue, es español “La Hora Azul” y hace referencia a ese momento del día en el que el sol se acaba de poner sobre el horizonte pero no es todavía noche cerrada. Un momento en donde el cielo se tiñe de una ligera e intensa luz azul que ilumina tenuemente todo alrededor. Es un momento breve, mágico e intenso.

Me parece muy bonito que hayan puesto un nombre a ese momento del día. Soy de las que piensan que nombrar las cosas les da más presencia, las hace más reales. L’Heuer Bleue, es como si todo se volviera monocromático, como si se tiñera del color del océano. Creo haber visto más de una vez esa luz en mis viajes, pero sin duda voy a estar más atenta este verano y hare fotos de este momento. He buscando entre mis fotos para que veáis qué es exactamente. Os animo a que intentéis fotografía ese momento!

Folegrandos, Grecia. 

Sin duda una de mis islas favoritas. Pequeña, desconocida y auténtica. Desde lo alto de sus montañas y acantilados se puede ver algunos de los atardeceres más bonitos del mundo y también la famosa hora azul.

 

Maldivas, el paraíso. 

¡Qué os voy a contar de esta gema del océano! Sabéis que es mi perdición. La verdad es que resulta difícil hacer buenas fotos justo en la hora azul, hay muy poca luz y es fácil que salga borrosa o muy oscura, pero Juan consiguió hacer estas dos fotos que he puesto para compartirlas con vosotros!

Source here.

Tailandia. 

El año pasado estuvimos haciendo un recorrido por el sur de Tailandia y buscando entre las fotos he encontrado estas que hicimos en el Soneva Kiri. Era un sitio espectacular, una lástima que nos pillara un tifón! Pero aun así lo pasamos genial y vivimos momentos muy divertidos!

Mar de Frades me ha propuesto inspirarme en el color de su botella de albariño, y su Made of Atlantic que os hablé hace unas semanas en el blog para contaros esta singular expresión que expresa un momento único, inconquistable, que apenas dura unos minutos. La blue hour, donde el día y la noche se dan la mano a través de contrastes de luz y donde disfrutar de una copa de Mar de Frades en un sitio cool viendo ese momento azul que recuerda al océano es todo un acierto. La nota salada en un momento dulce. Os recomiendo echar un vistazo en su web oficial.

………………………………………………